Ir al contenido principal

Destacados

¿Recursos clave o no clave?

     Para diseñar la organización de tu equipo, necesitas entender bien qué tipo de recursos requieres para empezar a funcionar como startup y, después, como empresa.      Algunos de estos recursos los considerarás clave porque la relación de confianza con ellos es sobre la que se sustenta lo que vas a construir, y esta relación debe ser a largo plazo. Por ejemplo, si quieres poner en marcha una panificadora con un modelo de negocio innovador, seguramente tu proveedor de harina y esa harina sean recursos clave; si la sal no es clave para el sabor de tu pan, la podrás comprar en una gran superficie o en un supermercado, y tu proveedor o el tipo de sal no serán recursos clave; si la limpieza de la nave no requiere de una precisa cualificación, y el producto de limpieza puede adquirirse el cualquier supermercado siempre que desinfecte y no sea tóxico, el equipo de limpieza y los productos de limpieza no son recursos clave; si la limpieza de las máquin...

De la idea abstracta a la solución de producto concreto


Tu creatividad te permite imaginar diferentes ideas de solución a la necesidad de tu cliente. Cuanta mayor creatividad tengas, más ideas surgirán. Creatividad loca para ideas alocadas. Creatividad canalizada para ideas coherentes. Todas son potencialmente útiles para resolver la necesidad de tu cliente.
La reflexión de la idea dará paso a la reflexión de su transformación en el producto que dará solución a la necesidad identificada. Un objeto físico, un servicio, un programa de software, una reorganización de su equipo,... todo son productos resultado de la transformación de la idea.



Sí, la idea se transforma en producto. El producto, sobre papel, empezará a tener forma. En la vida real, el producto será un borrador que deberemos testear con el cliente para moldearlo a su necesidad. ¿Cómo hacemos para pasar de la idea al producto?

Tenemos muchos ideas y, por tanto, tendremos muchos productos. Pero no podemos desarrollarlos todos porque la inversión que ello requiere es demasiado. Estudiaremos su viabilidad, comercial y económico-financiera. Diseñaremos escenarios y productos de prueba para enseñárselos al cliente. ¿A qué cliente? ¿Cualquiera puede ser nuestro cliente? Debemos definir también a nuestro potencial cliente, su perfil socio-económico, cultural, geográfico,... Si no conocemos a quién vamos a ofrecer el producto, no estaremos pensando en el cliente cuando lo creemos y seguramente no funcionará.



Para ir de la idea abstracta a la solución de producto concreto pasaremos primero por identificar el perfil de nuestro cliente potencial. ¿Dónde identificamos la idea? ¿Quién tenía esa necesidad? ¿Hay muchos como él que la tienen? ¿Están geográficamente cerca? ¿Dónde está tu futuro cliente? ¿Quién te puede dar información sobre el potencial mercado para tu futuro producto?

Debes ir paso a paso, rápido y sin saltarte etapas de estudio, diseño de propuestas, medición, corrección y rediseño. Identifica primero al mercado.



Comentarios

Entradas populares